CÁNCER Y SIDA

20.07.2013 14:07


-Perdone, pero ¿qué tiene que ver la lepra con el cáncer?
-Hemos descubierto que en todos los casos de cáncer primero existe algún virus que lastima la membrana de alguna célula, luego aparecen bacterias que introducen en su citoplasma toxinas con lo que ésta crece y, finalmente, aparece el bacilo Mycobacterium leprae que a través de la liprosina llega hasta el núcleo, lo revienta y da comienzo así a lo que conocemos como cáncer. Luego sólo en tales casos puede hablarse de cáncer. A mi juicio pues el 97% de lo que se diagnostica como cáncer no lo es. Suele tratarse de simples abscesos que aparecen cuando se infecta un área de tejido y el sistema inmunitario trata de combatirlo. Los glóbulos blancos se mueven a través de las paredes de los vasos sanguíneos hasta el área de la infección y se acumulan dentro del tejido dañado, proceso durante el cual se forma pus que no es sino una acumulación de líquidos, glóbulos blancos vivos y muertos, tejido muerto, bacterias y otras sustancias. Abscesos que pueden formarse casi en cualquier parte del cuerpo y cuya causa son microorganismos infecciosos y sustancias ajenas al organismo. Y como abscesos se curan. Es verdad que a veces aparece la denominada masa tumoral pero se trata de un fenómeno secundario. Además sabemos que si logramos eliminar los patógenos desaparece el tumor. Y lo grave es que se están diagnosticando muchos casos de cáncer que no son sino abscesos y envenenando a esas personas con radiaciones y fármacos enormemente tóxicos.
-Y lo que usted denomina cáncer auténtico, ¿tiene tratamiento con los pares?
-Se cura también pero es otra asociación más morbosa. Para empezar, como digo, tiene que estar presente el bacilo de la lepra; si no, no hay cáncer. Por otra parte, cada tipo de tumor tiene una variedad diferente de bacterias y virus que varían de una persona a otra. Y efectivamente se pueden abordar con los pares. Lo increíble es que se curan. Este año, hasta el 11 de octubre, llevo tratados 192 casos de cáncer. Y todos ellos se han curado. Con el diagnóstico de cáncer de sus médicos, no hecho por mí. Ahora bien, ninguno se había sometido a quimioterapia ni había sido radiado. Fruto de mi experiencia con el cáncer escribí de hecho una tesis titulada El fenómeno tumoral en la Universidad Nacional de Loja de Ecuador porque un grupo de médicos que vino a uno de mis cursos hace seis o siete años me invitó a hacerlo. En suma, no solamente se cura el cáncer, se curan los abscesos, las displasias y todos los fenómenos pre y postumorales.
-Por lo que dijo antes entendemos que también el Sida es tratable...
-El Sida es curable con el tratamiento del Par Biomagnético adecuado: el timo-recto. Es cierto que el VIH es un virus patógeno. Se aloja en el recto -por eso no lo han encontrado- pero no destruye los linfocitos T. La culpa es de una bacteria que resuena con el virus. Mire, tal vez ésta haya sido mi mayor aportación: descubrir que siempre que hay un virus hay una bacteria que le hace el juego, que le fabrica la mucoproteína que le convierte en patógeno. Los virus siempre han existido. Son partículas de ADN que requieren simplemente que se les adhiera una mucoproteína para convertirse en un patógeno. Y esa mucoproteína la fabrica una bacteria que en el caso del VIH se llama Esqueriquia Colli y que se aloja en el timo degenerándolo. No es que por eso deje de fabricar linfocitos T -de eso encarga cuando somos pequeños- porque cuando somos adultos ya no lo hace. Lo que provoca es que deje de ordenar su producción a los ganglios y otras estructuras. En suma, no destruye el timo pero impide que éste induzca la producción de linfocitos T.
-¿Hay alguna patología que no se pueda curar con su sistema?
-Suelo decir que la estupidez humana. Hablando en serio, las orgánicas prácticamente todas. Y con el sistema que estamos desarrollando podremos tratar también aspectos psicológicos, actuar sobre los problemas emocionales.
-¿Y si tras un tratamiento con el par biomagnético vuelvo a enfermar?
-Le volvemos a curar. Mire, cuando un médico extirpa un tumor o un órgano deja ahí la información. Y por tanto puede regresar la enfermedad. Pero si quitamos la información que está produciendo un tumor éste ya no regresa. Verá, la medicina alopática diagnostica atendiendo a los síntomas: dónde duele, cuánto, desde cuándo... Y a partir de ahí diagnostica: es una colitis, una rinitis, una dermatitis, etc., o un tumor. Pero no sabe decirte
por qué. Yo explico el porqué, el cómo y el cuándo. En una patología simple o cuando aparece un tumor. Y actúo sobre la causa. Si alguien tiene una bronquitis le explico que se debe a un neumococo o a un enterobacter. Si tiene una pancreatitis que tienen el adenovirus 36. Y así sucesivamente. Identificamos el origen de esa pancreatitis, de esa psoriasis, de esa diabetes, de ese reumatismo que padece el enfermo que viene a nosotros... y luego eliminamos la causa.
Terminamos comentando que en un rincón de la localidad de Guayaqui -concretamente en el área 19- el Gobierno ecuatoriano ha puesto recientemente en marcha una experiencia ejemplar, el Centro Médico Guamaní, donde los pacientes pueden tratarse con métodos tradicionales que responden a evidencias y experiencias sustentadas en prácticas indígenas milenarias así como con métodos complementarios más modernos. Y entre esas posibilidades los enfermos pueden optar por tratarse con la terapia del Par Biomagnético. ¿Con qué resultados? " ¿Hasta ahora los resultados son muy buenos -ha declarado públicamente a la prensa el Dr. Fausto Molina,médico que aplica en él la terapia-. Y s e trata de resultados documentados ".
Y es que desde que el mundo es mundo las teorías cambian pero los hechos permanecen.